Desde hace siete años, Alba Miralpeix ayuda, a través del Tantra en familia, a dar valor al despertar de la fertilidad en las niñas y niños y así honrar su camino, su sangre, su eyaculación y su sexualidad como merecen. En cualquier momento, en familia, se puede hablar de “cómo nos sentimos, de qué nos gusta y qué no, de nuestro cuerpo que cambia y con él nuestras emociones”. En Tantra en familia se realizan encuentros mensuales de 2 horas, en grupo reducido, abriendo un espacio cuidado, íntimo y respetado para que, desde la confianza, cada niña y niño se exprese, comparta y se viva en su mayor plenitud.
Alba Miralpeix es la creadora de ‘Donzelles i Noiets en Cercle’, un espacio respetado y cuidado donde los niños y niñas, adolescentes y jóvenes comparten en libertad la sexualidad y celebran la vida que son. Allí se abre espacios íntimos para compartir el Tantra en familia. Hace siete años, recuerda Alba, “empezamos dos niñas ‘doncellas’ y yo y ahora hay 10 grupos (8 de niñas y 2 de niños)”. Desde el primer día presentó propuestas familiares para las madres, padres, acompañantes de la comunidad… Y la semana pasada llegaron, por primera vez, las abuelas con las nietas. “Fue un encuentro precioso. Fue revolucionario para las niñas escuchar los relatos, sentires y vivencias de sus abuelas en relación a su primera menstruación, sus primeras relaciones sexuales… Y revolucionario para las abuelas desaprender y abrirse a nuevas miradas, para acompañar a sus nietas. Es precioso cuando nos abrimos a dar valor al despertar de la fertilidad en las niñas y niños y así honrar su camino, su sangre, su eyaculación y su sexualidad como merecen”, afirma Alba.
A través de tantrawithastiko está acompañando la formación de tantra para familias (este año es la segunda edición online y el segundo año del grupo presencial). “Este viaje de transformación profunda a quien siente la llamada y se entrega, permite que se abran poco a poco espacios reales de acompañamiento a la sexualidad para la infancia y adolescencia”, comenta Alba. Están naciendo círculos en varias zonas de Cataluña, Berguedà, Vic, Olot…y también en Málaga, Mallorca, Almedíjar (Castellón), Salamanca…
Abrir espacio a lo que nutre el alma
Para Alba, “el Tantra en familia se vive siendo auténtico y brillando. Sintiendo claro el ‘Sí’ dentro de nosotros y caminando hacia adelante.
Abrir espacio a aquello que nutre nuestro alma y que vibra con el latido de nuestro corazón, el mismo latido de la Tierra.
Abrir espacio en casa, con la familia y vivir la sexualidad, desde el inicio, sin castrarla. Sin dejar que el tabú, el corte, la represión y el dominio del sistema ocupen el espacio que nos pertenece. En cualquier momento, en familia, podemos hablar de cómo nos sentimos, de qué nos gusta y qué no, de nuestro cuerpo que cambia y con él nuestras emociones. Cada instante es una oportunidad para sentir y abrir el corazón. Podemos acompañar el rito del paso de la primera menstruación y de la primera eyaculación, como cada niña y niño desee. Podemos recuperar y honrar el despertar de la fertilidad en la adolescencia y honrar este cambio y esta oportunidad de dar vida (en forma humana, si se desea) y en forma de creatividad, dando vida a proyectos y propuestas que nutran este planeta desde el amor. La fertilidad nos inspira, nos activa la energía de vida, nos expande el corazón y nos pulsa a cuidar la vida y a cuidarnos entre unos y los otros. Es así de simple y sencillo. El mundo creado desde una concepción patriarcal, lineal y limitada, nos aleja de nuestra energía dadora de vida y nos va anestesiando hacia una vida de consumo y obediencia ciega”.
Desde el primer día presentó propuestas familiares para las madres, padres… Y la semana pasada llegaron, por primera vez, las abuelas con las nietas
En Tantra en familia se realizan encuentros mensuales de 2 horas, en grupo reducido, abriendo un espacio cuidado, íntimo y respetado. Para que, desde la confianza, cada niña y niño se exprese, comparta y se viva en su mayor plenitud. “Las propuestas creativas y divertidas no es lo más importante, pero sí que nos brindan que se abra espacio en nuestro interior y que la sabiduría que ya está en ellas y ellos se exprese y se manifieste como deseen”, comparte Alba.
Acompañamiento holístico
Las familias se acercan buscando un espacio para sus hijos e hijas, para acompañar, de manera holística y total, su sexualidad. A menudo, comenta Alba Miralpeix, “las familias enfocan la propuesta sólo para sus hijas e hijos, buscando un acompañamiento que nuestra generación no tuvimos y que sentimos que es vital… Poco a poco, el círculo, el tantra… transforma a cada niña y niño, a cada grupo y a cada familia. Las madres y los padres sienten enseguida la importancia de implicarse y participar en las propuestas abiertas a la familia para poder descargar, revisar, abrazar, soltar y abrir… las nuevas miradas y los nuevos espacios se dan cuando, desde el coraje y coherencia, miramos nuestro camino y nos abrimos a sentir lo que se quedó anudado. Cada paso de cada adulto, abre y expande conciencia para toda la humanidad”.
El mundo creado desde una concepción patriarcal, lineal y limitada, nos aleja de nuestra energía dadora de vida y nos va anestesiando hacia una vida de consumo y obediencia ciega
Cuando una niña o niño de cinco años se acerca a los círculos, “siento que se custodia su energía y su libertad. Es asegurar que se podrá andar cerquita de ella y de él mismo. Los círculos no son setas aisladas en la comunidad, representan un espacio que recuerda, impulsa y potencia el vivirnos conectados, despiertos y claros. Es un espacio donde llegan a vivirse y saben que el círculo es medicina. Saben que escuchar su energía, sentirla y darle forma, les permite sentir la alegría de la vida. Saben y sienten que en el espacio hay un grupo que cuida, lejos del juicio. Pueden encontrar adultos referentes para hablar de cualquier cosa que sientan y les pase. Esta soberanía de su vida es algo que no se ve, es algo que se siente. Se cultiva, poco a poco, sin ruido. Su conciencia está más despierta, porque se ha cuidado lo más esencial desde el inicio”, afirma Alba.
Las adolescentes después de caminarse siete años en los círculos “son sembradoras de luz y conciencia a su alrededor. No es tanto la información que tienen o aportan entorno a la sexualidad, es la vivencia, liberada de juicio, vivida y esta conciencia que se expande sin fin. Esto es oro. Visualizo los círculos caminarse hacia la autogestión, las más grandes empiezan a formarse y a acompañar los círculos de niñas más pequeñas. Es bello cuando abren espacio, lo descubren y quieren habitarlo. Le dan valor a la vida y se permiten vibrar en amor” señala Alba Miralpeix.