El sexo que te nutre sucede en la relajación

May 17, 2022 | Aproximación al Tantra

En las I Jornadas de Sexualidad Consciente se habló, entre otras cosas, de la necesidad de afrontarla siendo honesto contigo mismo y respetando lo que queremos. Para ello, es importante hacerse consciente de lo que está pasando y entrar en la sexualidad desde la relajación. El mundo se convierte en un lugar amoroso si tú estás en ese estado amoroso. El sexo que te deja nutrido solo sucede en la relajación, cuando hay un contacto entre la consciencia y la energía y las almas se funden.

 

Las I Jornadas de Sexualidad Consciente organizadas por Jaime Montealegre, Evelyn Klamer y Miguel Sáez en Madrid contó con 12 ponentes de diferentes disciplinas a las que han unido su experiencia con el Tantra.

Jaime Montealegre (naturópata, sexualidad consciente y Sanación sexual) compartió que cuando empezó en el camino tántrico se dio cuenta que “tenemos derecho al deseo, al goce y al disfrute. Es posible unir el deseo, el placer, el gozo y la divinidad”, dijo. En su opinión, “la capacidad de experimentar deseo es inversamente proporcional al grado de prejuicio y condicionantes que hay en nosotros”.

Jaime habló de la importancia de dar y recibir. Pero también de saber cómo pedirlo. Exigir al cuerpo cuando no está dispuesto a dar, te lleva a tener problemas sexuales.

También comentó los beneficios de la gestión mental en la sexualidad: Aprender a hacer horarios y tener organización para encuentros sexuales (hay que establecer de antemano un momento para ellos); Recobrar la sensibilidad, traer consciencia al momento; Permitirnos jugar; Ir a tu ritmo, sin prisa; Reducir la presión que hay en ti para cumplir con el personaje…

Conexión con el cuerpo

A continuación, Evelyn Klamer (terapeuta transpersonal y psico-corporal) explicó la importancia del cuerpo que “nos lleva hasta las heridas y memorias dolorosas (incluso a las que la mente ha suprimido)”. Habló desde la mujer que es hoy, que disfruta de su vida y de su sexualidad. Pero no siempre fue así. “He estado mucho tiempo desconectada de mi cuerpo. Me había creado una vida desde la cabeza y estaba desconectada de lo que realmente quería. A los 24 años tenía una enfermedad autoinmune, que me causaba muchísimo dolor. Cuando empecé a escuchar mi cuerpo, tuve que soltar casi todo lo que tenía en mi vida. Realicé muchos cambios”.

La capacidad de experimentar deseo es inversamente proporcional al grado de prejuicio y condicionantes que hay en nosotros

Para sentir el cuerpo, Evelyn dijo que “hay que meditar y aceptar el cuerpo tal y como es. Si no habito mi cuerpo, no me disfruto”. “El pensamiento tiene mucha fuerza en el cuerpo físico (se tensa, se relaja…). Las emociones (rabia, tristeza, alegría…) son energías en movimiento. Necesitan ser vistas o sentidas. Cuando el cuerpo se queja, significa que hay algo que tenemos que atender. Solo hay que escucharlo. Pero como no nos han enseñado a poner límites, llega el auto abuso, la exigencia…

Diferentes tipos de orgasmos

Posteriormente, Hari Dass (instructor de Tantra y sexualidad consciente) explicó los diferentes tipos de orgasmos que existen. Afirmó que hay “un 10% de las mujeres que no experimentan orgasmos. Eso no significan que no puedan, lo que pasa es que está dormida esa capacidad”. Además, señaló que “la mayoría de las mujeres solo han experimentado el orgasmo clitorial, que es el más contractivo”. Mientras que en el orgasmo del punto G se produce una apertura de pecho, hay un placer superior y la mujer se siente más femenina.

Los hombres también tienen punto G y está en la próstata. Hari Dass comentó que “existe un tabú con el placer prostático. El ano en elhombre es una zona de sanación de miedos, inseguridades, apegos. Es un estado de mucha vulnerabilidad y, por eso, es importante entrar muy lento”.

El otro punto orgásmico de la mujer es el cuello del útero o punto A, al que es más fácil acceder si la mujer está encima. En él puede haber memorias traumáticas, quizás por haber tenido mucha fricción en algunas ocasiones.

Sobre la eyaculación de hombre, señaló que “si el hombre no eyacula, se mantiene la energía dentro de él y le permite tener más energía”. En su opinión, “la energía sexual se puede utilizar para sanar tanto físicamente, como energéticamente e incluso psicológicamente. De hecho, hubo tántricos que decidieron utilizar la sexualidad para iluminarse”.

El poder de la mente

Silvia P. González (médico ginecóloga, terapeuta sexual y de pareja) enlazó la medicina, con la sexología y con el tantra. Comenzó desmitificando la idea de que existe una vulva perfecta, presentando algunas de las fotos que se han realizado a 400 vulvas reales, todas perfectas. Hizo lo mismo con el pene. Dijo que, en el caso del pene, solo si es menor de 4 centímetros en reposo y 7 centímetros en erección, sería un caso a tratar médicamente. Además, llamó la atención para que jamás utilicemos aceite para hacer masajes dentro de la vagina. Lo mejor es usar lubricante con agua.

También habló del poder de la mente. “Cuando creemos que vamos a llegar más allá, lo conseguimos. Las creencias potenciadoras, te hacen llegar más allá y en el cerebro hay muchos receptores hormonales”. Explicó los 4 neurotransmisores del cerebro: la endorfina (analgésico natural); la serotonina (relacionada con la autoestima, tiene que ver más con la felicidad); la oxitocina (hormona del apego); dopamina (relacionada con la adicción, tiene que ver más con el placer).

Solo te tienes que atrever a ser quién eres. Si no es así, te vuelves sumiso y pierdes la libertad de experimentar que todo sea nuevo en cada momento

Por último, llamó la atención sobre la rapidez en la transmisión del papiloma humano (VPH). 3/4 partes de la población se van a infectar de él. Es un virus muy común, que se transmite por contacto sexual, tanto en varones como en mujeres. Es asintomático y puedes llegar a producir un cáncer.

Sanación de las memorias del subconsciente

Esther Santiago (psicóloga clínica e hipnoterapeuta y sanación sexual) comentó la diferencia que existe entre nuestra consciencia y nuestra subconciencia. A nuestra mente subconsciente llegan 11 millones de bits por segundo, y nuestra mente consciente procesa tan solo unos 50 bits por segundo. En el subconsciente no existe el tiempo, por eso, lo que pasó hace 20 años sigue estando ahí, aunque no te acuerdes. A través de la sanación sexual, se puede sanar esas memorias que existen en tu subconsciente, incluso las que llegaron cuando estabas en el vientre de tu madre”.

Esther Santiago habló de algunas enfermedades psicosomáticas como los miomas uterinos que “se crean para ocupar un espacio que estaba vacío. Cuando se tiene en cuenta a la persona de forma global y holística, se pueden sanar esas enfermedades psicosomáticas de forma más rápida. Se trata de abrirte, a través de la meditación, a liberar esa enfermedad y llenarlo de amor”.

Miguel Sáez (terapeuta sexual, facilitador de tantra y biodanza) señaló que “no hay nada exterior. La experiencia que experimentamos somos nosotros mismos”.

En su opinión, “la vida sin amor no es vida plena. Cuando no ponemos el corazón en lo que hacemos, estamos partidos por la mitad. Incluso la energía sexual, que es muy potente, no te satisface plenamente si no hay amor. Cuando estás en un encuentro íntimo, es importante relajar el cuerpo, soltar la técnica y las expectativas y así, por sí solo sube la energía al corazón”.

Cuantas más dificultades hay para entregarse al placer, más dificultad hay para entregarse a la vida

Miguel está convencido de que “no puedes experimentar el éxtasis si no estás dispuesto a aceptar el dolor y las cosas que no te gustan. Cuando aceptas que no te sientes bien, todo se relaja”.

Aportó ciertas claves como: “la importancia de quedar para encontrarte íntimamente con el otro desde lo que tú y yo traemos en ese momento; la lentitud es fundamental, hay que darse tiempo para saber dónde estás; para generar intimidad; no tiene que haber una intención de hacer, sino de vivirlo, de ser”. Asimismo, hizo hincapié en la intimidad que se produce con la mirada “cuando alguien se afloja, se le nota en la mirada. Por eso, es una buena práctica relajarte mirando a tu pareja, sin pensar en nada. Estar abierto a lo que surge después, sin expectativas y ver qué es lo que quieren los cuerpos”.

Saber cómo pedir

Anokhi (terapeuta e instructora de Tantra, Rebirthing, Constelaciones y Consentimiento) nos hizo conscientes de que “todo el rato estamos eligiendo, incluso cuando creemos que no lo hacemos. Sin embargo, nos cuesta pedir lo que queremos ¿Por qué? Porque pensamos que no lo merecemos, o por el qué dirán o pensarán de mí, por vergüenza, por orgullo, porque no sé lo que quiero…”. Entonces, ¿qué hacemos en vez de pedir? Esperar a que adivinen lo que quiero; hacerlo nosotros mismos; insinuarlo; manipular; aguantarnos… “Para no sentirnos vulnerables, rechazables… hacemos todo esto en lugar de pedir”, explica Anokhi.

“Detrás de eso hay una carga y para deshacerla hay que tener compasión por esa parte de mí que me ha impedido pedir. Abrir la puerta a desear. Cuando te das el permiso de desear, se lo haces más fácil al otro”, afirma.

Pero advierte de que “no hay que hacer que el deseo del otro sea una carga para ti. Dar es un regalo y pedir es un regalo, pero desde la libertad. Compartió este enlace Bit.ly/juegodelos3minutos por si queremos jugar.

Ruth González (profesora de la Facultad de Psicología, Sexología y Terapia de pareja) explicó que hay 3 estados del Yo e identificarlos, te llevan a realizar cambios:

1.- Padre (con los juicios y valores), que tiene dos versiones: el padre crítico, que es negativo; y el padre nutritivo, que da mensajes positivos.

2.- Adulto/a (cuando pienso), cuando tengo encuentros sexuales desde el adulto (por ejemplo, para concebir niños); en ese momento, te sales del juego que es el sexo.

3.- Niño/a (cuando siento). Hay tres modalidades diferentes: el niño rebelde (no lo hago o quiero más); el niño adaptado, sumiso (dejamos de estar en nosotros, por un miedo al abandono); y el niño libre, que está exento de juicio.

“Desde el niño/a libre es la única forma de disfrutar del sexo. Pero la sociedad y nosotros mismos nos estamos cargando a nuestro niño/a libre. Debemos potenciar los estados positivos del Yo e ir desterrando poco a poco los negativos” señaló Ruth.

Somos únicos

El cierre de la jornada se realizó con Astiko (maestra de Tantra, Hipnoterapia Ericksoniana y Diseño Humano) dijo que “el miedo a la supervivencia conecta con el primer chakra (raíz). Un primer chakra libre requiere de ser honesto. Solo te tienes que atrever a ser quién eres. Si no es así, te vuelves sumiso y pierdes la libertad de experimentar que todo sea nuevo en cada momento”.

Comentó que “cada uno de nosotros somos únicos y en cada uno pasa la energía de una forma diferente”. Habló de la dualidad de la consciencia (masculino) y la energía, el corazón (femenino). El que se da cuenta es la consciencia, es la que puede admirar el misterio de esta vida. Lo cambiante es la energía. Por cada uno de los puntos del cuerpo, la energía se destila de una forma diferente. Por ejemplo, la energía moviéndose por el segundo chakra (el pubis) se utiliza para gozar y la energía del tercer chakra (abdomen) se utiliza para individualizarse (Yo soy yo). Si la energía sigue subiendo, se abre el corazón, en el cuarto chakra. El problema es que, si nos desconectamos de la consciencia y vamos a la mente, no puede haber amor, porque la mente restringe la consciencia y la energía baja”, afirma Astiko.

“Cuando la energía puede fluir por todo tu cuerpo… Te das cuenta de que es mejor ser orgásmico que tener un orgasmo. El mundo se convierte en un lugar amoroso porque tú estás en ese estado amoroso. Con el cuerpo abierto, creativo, blandito, que se funde”, comparte Astiko. “Dos cuerpos duros no se funden, se pueden rozar y tener un orgasmo, pero las almas no se funden. El sexo que te deja nutrido solo sucede en la relajación. Cuando hay un contacto entre la consciencia y la energía”.

Una experiencia muy real

Cati Barrachina (psicóloga, Gestión emociona consciente) y Jordi Gatell (facilitador de Tantra y terapeuta manual) explicaron su experiencia como pareja. ¿Qué ocurre cuando termina la fase de enamoramiento?

Cati señaló la diferencia entre sus anteriores relaciones en las que siempre salía huyendo y su relación con Jordi en la que pensó “¿qué pasa si me quedo y veo qué ocurre cuando se te cae el velo del enamoramiento? En mis anteriores relaciones me quedaba en la superficie y con Jordi decidí ir al centro de mí misma y estar abierta al amor”. La pareja te acompaña para sostener lo que el ‘monstruo’ que llevas dentro, te va a enseñar. En ese acompañamiento es importante no tomarte las cosas como algo personal.

En el momento en el que termina el enamoramiento, “te empiezas a relacionar desde la herida. Pero si no entras también en tus sombras, te pierdes lo real”, explica Jordi. Cati está de acuerdo: “se entra en vulnerabilidad y no es agradable”. “Desde la vulnerabilidad te expones y te pueden hacer daño”, añade Jordi.

En el tema del sexo, Jordi Gatell propone que no haya mente ni meta. “Que sea una conexión puramente energética y de cuerpo. Desde ahí, tuvimos momentos de sexualidad increíbles al principio. Después llegó el embarazo y la transformación del cuerpo de la mujer, que entra en un cambio brusco”. En ese momento, explica Cati, “escuché a mi cuerpo, que ponía límites y fui consciente de que tenía que explicar lo que necesitaba. Pero cuando pones límites, generas cosas en el otro y hay que saber cómo responder. Seguir presente con él y ver cómo se siente cuando le has puesto límites. Decirle que estás ahí para abrazarle o mirarle a los ojos”. Tras el parto, Jordi explica que lo vivió “con muchas ganas de recuperar lo que teníamos antes. Tenía mucho fuego que dar y fue un ejercicio de autorresponsabilidad. Como no podía dar mi fuego, mi tendencia era a apartarme y ella anhelaba más de mí. Ella necesitaba una intimidad diferente. Desde un lugar de mirarnos a los ojos. Como hombre me tengo que rendir a lo que su cuerpo necesita porque si no, le hago daño”.

Cati afirma que en los momentos de conflicto “tenemos que conocer nuestros recursos para volver a nuestro centro y ver cómo sostener lo que está pasando con el otro”. Para salir de la coraza en la que se puede entrar, “es importante explicar lo que te está sucediendo, decir tu verdad” indica Jordi.

En las discusiones, comenta Cati, “hay que darse cuenta de cuándo estás compitiendo por tener la razón. En ese momento, hay claves para salir de ahí, como empezar a hablar solo con una vocal… se sale del bucle porque aparece la risa”. “El humor con amor es otra de las herramientas para salir de los conflictos” dice Jordi. Otra opción es irte a otro sitio y soltar esa energía que llevas dentro, antes de soltársela a tu pareja. Después, te puedes relacionar con el otro, pero no desde el enfado. También ayuda contar las cosas desde un lugar de vulnerabilidad, desde lo que te está pasando a ti.

 

Superando dificultades sexuales

Andrea Aguilar (terapeuta sexual y experta en placer femenino) y María Pérez (fisioterapeuta experta en salud pélvica) no pudieron estar presentes y, por eso, grabaron su intervención.

Andrea Aguilar comentó que los problemas típicos con los que suelen llegar las mujeres, son la falta de deseo, la dificultad para llegar al orgasmo, el dolor en la vagina con la penetración… Ella se centra en que “todas podamos gozar de todo el potencial orgásmico que tenemos, porque todas somos multiorgásmicas. De forma natural, nuestro cuerpo tiende al placer. Lo que pasa es que lo tenemos bloqueado de mil maneras, por mil razones. Cuantas más dificultades hay para entregarse al placer, más dificultad hay para entregarse a la vida”.

“Si se quiere sentir más placer, se tiene que sentir más todo lo que hay en tu cuerpo y muchas veces nuestro cuerpo no está en gozo y placer. Por eso puede ser normal que cuando tengas sexo con alguien, tengas unas ganas tremendas de llorar. En ese caso, es natural que lo sueltes, que llores todo lo que tengas que llorar”, anima Andrea.

En la exploración vaginal, recomienda la técnica del reloj que consiste en ir tocándote los cuatro cuartos y vas viendo si hay tensión. Si no hay tensión sigues entrando en la vagina, siempre tocando los cuatro cuartos. Si hay algún sitio que sientes tensión o que no lo sientes, quédate ahí y respira ahí. “Solo con que te toques con amor, habrá un cambio en tu vagina y en toda tu vida porque lo sexual es una parte de cómo somos. El sexo es un camino a la espiritualidad”, afirma Andrea Aguilar

María Pérez explicó las claves de la fisiosexología. Comentó que “el hecho de que los músculos estén tensos o fofos influye en nuestra lubricación, porque no llega bien la vascularización a la zona. Se puede saber si el tono muscular está tenso porque cuando tocas las paredes de la vagina, en algunas zonas, te duele”. Tu suelo pélvico late con cada uno de tus 5 sentidos: Un olor, un sabor, una imagen, una caricia o una palabra provocan una respuesta de esta zona.

 

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