El masaje es un maravilloso complemento al sexo consciente. A través de él se puede llegar a una conexión energética de los dos y puede ayudar a mejorar las relaciones sexuales. Por eso, en este artículo queremos ofrecer un primer contacto con el masaje de Cachemira en pareja para después, si se quiere profundizar en él, asistir a los talleres especializados.
El masaje de Cachemira viene de India. De una corriente que se llama el masaje de Shantala, que proviene del masaje que las madres daban a los bebés para ayudarles a tomar consciencia de su cuerpo a través de las manos amorosas de su progenitora, acompañándoles en el despertar de sus terminaciones nerviosas.
Es un tacto sin intención, con un amor incondicional, desinteresado. Esa predisposición amorosa a la hora de dar este masaje, se traduce en una conexión con tu respiración de forma consciente (tanto el que da el masaje como el que lo recibe). Eso permite alcanzar la relajación y hacer el masaje desde ahí: sin tener ninguna meta, estando presente y con la mirada en el corazón. Es muy importante que la persona que da el masaje se encuentre en ese estado porque todo eso se transmite a través de las manos. Todos percibimos la gran diferencia que se siente cuando te tocan sin presencia o con una intención determinada, o cuando lo hacen con presencia y sin ningún objetivo. No se puede describir, pero el alma lo percibe. El tacto consciente puede abrir el cuerpo, el corazón y la mente a sensaciones más sutiles y difundirlas por todo el cuerpo.
El tacto consciente puede abrir el cuerpo, el corazón y la mente a sensaciones más sutiles y difundirlas por todo el cuerpo
Además de la respiración, es muy importante la fluidez de los movimientos de la persona que da el masaje para que
se produzca una comunicación energética con el ser que lo recibe.
Por eso, las claves para dar un masaje de Cachemira están en estar en consciencia, en el presente, y mantener una respiración desde el diafragma. Este tipo de respiración permite abrir también los pulmones y oxigenar tu organismo. Al respirar profundamente cualquier sensación, por pequeña que sea, amplifica su intensidad y se expande por todo el cuerpo.
Movimientos amplios y fluidos
En este masaje se utilizan movimientos amplios que se deslizan a lo largo del cuerpo para masajearlo en su totalidad, alternándolo con caricias en zonas concretas del cuerpo. Para facilitar el deslizamiento se emplea aceites de masaje o esenciales que, a la vez, estimulan el sentido del olfato.
El masaje puede comenzar, por ejemplo, con el que recibe boca abajo e iniciar las caricias desde la cabeza. Es importante acariciar cada palmo de piel, la cabeza, el cuello, los hombros… Ir parándote en todos y cada uno de los puntos del cuerpo hasta llegar a los pies. Como indicamos antes, se puede ir alternando los toques en los puntos concretos con pases integrativos de todo el cuerpo. Lo importante es no pensar en qué hay que hacer, simplemente relájate y que sean tus manos las que se muevan libremente acompañadas de todo tu cuerpo fluyendo en un baile energético. Si en algún momento sientes que no fluyes, que estás en la mente, simplemente párate, conecta con tu respiración y vuelve a dejar que tus manos y brazos se muevan solos. Cuando creas conveniente, le ayudarás a que se dé la vuelta y comienzas de nuevo: por los ojos, las cejas, la nariz, los labios, las mejillas…. En cada punto del cuerpo, el toque será diferente porque quizás quieras mostrarle la fortaleza de sus piernas y la delicadeza de sus genitales a través de tu tacto.
El masaje de Cachemira es una caricia sin fin por medio del tacto consciente
El masaje de Cachemira es una caricia sin fin, por medio del tacto consciente. Con este masaje conocerás la presencia cariñosa y libre de manipulación, que ansiamos los seres humanos, porque somos fuentes de emociones y las necesitamos para alcanzar la plenitud física y mental. Recibir y dar el masaje de Cachemira contribuye a romper el patrón, muy arraigado en occidente, de que solo se toca a la otra persona cuando se quiere conseguir algo. Por el contrario, en este masaje no hay ningún objetivo que lograr, se acaricia con una presencia cariñosa.
Mediante el masaje, se consigue llegar a esos puntos de tensión que hay en el cuerpo, donde las emociones están bloqueadas y a través de la respiración y el tacto se pueden liberar. Pueden aflorar emociones o cualquier movimiento energético en algunas partes del cuerpo donde antes no se solía sentir nada. Si te encuentras con una herida emocional, acéptala, vívela intensamente y permite que se disuelva. Si se escucha al cuerpo, cada masaje es único y las experiencias cambian.
Hacer circular la energía vital
Uno de los objetivos del masaje de Cachemira es hacer circular la energía vital de manera armoniosa por todo el cuerpo. De esa forma, se consigue una relajación y un bienestar inmediatos.
Nuestro cuerpo tiene una gran necesidad de ser tocado. Cuando se hace con consciencia aporta el gran placer de ver saciada esa necesidad, haciendo que circule por todo el cuerpo. Tocar y ser tocado libera oxitocina y eso hace que aumente el afecto entre ambos y se fortalezca el vínculo. Con el masaje se puede llegar a un estado de meditación, el cuerpo entero se relaja profundamente y se expande. Esta expansión tiene lugar simultáneamente en el cuerpo, la mente y el corazón.
Si se escucha al cuerpo, cada masaje es único y las experiencias cambian
Cuanto más fluido es el tacto, más fácil será conseguir la relajación completa, haciendo que la mente se calme poco a poco. Por eso, es tan importante la relajación de ambos para alcanzar la sensación de tranquilidad, placer y erotismo absoluto.
A través del masaje de Cachemira se consigue una nueva sexualidad, en la que la energía sexual fluye por todo el cuerpo. Practicado de forma regular en la pareja, el masaje de Cachemira mejora las relaciones sexuales.